8 trucos para conducir con lluvia
1. Comprueba los neumáticos con frecuencia.
Comprobar los neumáticos cada 15 días es recomendable para poder adelantarse a cualquier problema con ellos. Esta comprobación se debe hacer fijándose en 2 aspectos fundamentales: la presión del aire de las ruedas y la profundidad de la banda de rodadura. Si es la adecuada, se evitarán los derrapajes y el aquaplaning.
2. Enciende las luces
Es muy importante ver y ser visto cuando llueve. Si la lluvia es muy intensa, encienda las luces de niebla delanteras y traseras.
3. Mantén la distancia de seguridad con el coche de delante
Aunque este es un consejo que se debe seguir tanto si llueve como si no, es imprescindible tenerlo en cuenta en condiciones meteorológicas adversas ya que frenar en una carretera mojada te llevará aproximadamente el triple de tiempo que frenar en una carretera seca. Como se necesita más distancia para frenar, es muy importante mantener la distancia de seguridad.
4. Conduce sin realizar movimientos bruscos
La lluvia y la niebla reducen la adherencia de los neumáticos hasta en un 50% sobre el asfalto, lo que implica más posibilidades de perder el control del vehículo ante cualquier situación no esperada.
5. Cómo actuar con el aquaplaning
Se denomina así al deslizamiento y el descontrol del auto producido cuando los neumáticos son incapaces de evacuar el agua que hay en el asfalto. Lo más importante es que no frenes. Levanta suavemente el pie del acelerador y sujeta con fuerza el volante. No intentes cambiar la trayectoria. Puedes desacelerar, pero, hasta que no sientas que el coche ha recuperado el contacto con el suelo, no debes frenar.
6. Prepárate para el viaje.
En un día de lluvia, cuando se empieza a conducir, los zapatos estarán mojados y podrán resbalar de los pedales. Seca bien las suelas de los zapatos en las alfombrillas del coche antes de arrancar el motor. En caso de lluvia, hay que utilizar con cuidado todos los controles principales del coche, es decir, la dirección, el embrague, los frenos y el acelerador, y hay que prever los errores y las emergencias.
7. Detenga el vehículo si la lluvia es muy fuerte
El exceso de lluvia puede hacer que las escobillas no puedan eliminar el agua del parabrisas y esto traducirse en una disminución de la visibilidad. Cuando se produzca esta limitación de visibilidad, y no se pueda ver el borde de la carretera ni otros vehículos a una distancia segura, lo mejor es detener el vehículo en un lugar seguro y esperar a que mejore la visibilidad. Mantén las luces encendidas y enciende las luces de emergencia para avisar a los demás conductores.
8. Las primeras lluvias hacen más resbaladizo el pavimento.
Las primeras lluvias siempre dificultan la conducción en carretera, ya que el lodo y el aceite en la carretera seca se combinan con el agua para formar una capa resbaladiza. Los conductores pueden perder el control, por lo que se recomienda ser extremadamente precavido durante la primera media hora después del comienzo de las precipitaciones.