Los moteros dicen 'no a los guardarraíles'

Más de un millar de motociclistas secundaron la convocatoria del Grupo Motero Gipuzkoa. La cita era en la explanada del frontón Atano III, en la capital guipuzcoana. Hora y media antes de la partida empezaron ya a llegar las primeras motos. Ioritz Rasero y otros miembros de la organización recibían a los más madrugadores. «El objetivo no es otro que concienciar a la población y a las administraciones públicas de que es necesario cambiar el actual diseño de los guardarraíles. Han quedado obsoletos y resultan muy peligrosos. La gente ha de saber que una colisión a 25 kilómetros por hora contra un elemento de estas características puede causar amputaciones y provocar la muerte», afirma Ioritz.

Se estima que el 30% de los motociclistas fallecidos presentan como impacto más severo el producido contra elementos situados fuera de la vía, es decir postes y señales. De este porcentaje, el 18% sufre el golpe más intenso contra una valla bionda o un perfil de la misma, es decir el guardarraíl. Estas cifras llevan a los usuarios de las motos a reclamar a la administración el cumplimento de unas normativas que obligan a adaptar dichos sistemas a motociclistas y también ciclistas. «Hace más de diez años que tenemos una normativa que especifica que los guardarraíles tendrían que tener medidas de seguridad concretas y todavía hoy no se ha hecho lo suficiente. Las administraciones se escudan en que los accidentes de motos se producen por velocidad. Y no es así. Lo que ocurre es que hay demasiados guardarraíles y no están instalados en los puntos donde debieran y los que están, se hallan mal colocados», afirma Rasero.

Los moteros aseguran que estos sistemas de protección han quedado caducos. «Llevan cien años en las carreteras y durante este tiempo no se han cambiado. Ha mejorado la seguridad en los coches, en la construcción de las carreteras... pero ahí siguen los guardarraíles. En Euskadi vemos que la administración ha dado algunos pasos, pero todavía hay mucho por mejorar».

Los participantes en la marcha recorrieron diversas calles de la capital guipuzcoana, se detuvieron en la Zurriola y guardaron un minuto de silencio en recuerdo a los motoristas fallecidos y a aquellos que han sufrido alguna amputación.