Un radar antineumáticos gastados

Este dispositivo está montado directamente en la calzada, sobre la que circulan motos y coches. Externamente parece una simple tapa de registro o de alcantarilla, pero en realidad esconde un par de mirillas por las que calcula la profundidad del dibujo de nuestros neumáticos. Si el aparato detecta una profundidad menor que los 1,6 mm obligatorios, se dispara la foto en la que el conductor y su coche quedan retratados, siempre y cuando se circule a menos de 120 km/h.
Debido a que el sistema no es del todo fiable al 100%25, este dispositivo no puede multar automáticamente sino que debe estar apoyado por una unidad de patrulla que pare a los vehículos detectados para verificar verdaderamente el estado de los neumáticos. De momento se está haciendo una prueba piloto en Bélgica solamente con automóviles, pero pronto se aplicará también a los vehículos de dos ruedas